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Las empresas cada vez demandan mejores metodologías para el proceso formativo de sus empleados para que se puedan adaptar a los cambios del futuro.
Los ecosistemas empresariales de la actualidad lanzan ideas de forma constante acerca de como crecer en los ámbitos de sostenibilidad, innovación, desarrollo e impacto.
Ante este panorama, el enfoque de las empresas ha estado apuntando en la adaptabilidad de acuerdo a las necesidades sociales y tecnológicas que demanda el devenir del mercado, por lo que es necesario que las nuevas generaciones puedan estar preparadas para poder tener una productividad que se pueda adaptar a posibles cambios.
Según el World Economic Forum, para el 2027 el 23% de los trabajos cambiarán, se crearán 69 millones de puestos de trabajo y se eliminarán 83 millones, de una muestra de 673 millones de puestos de trabajo que cubrió el estudio en el 2022.
De igual forma, según un estudio de Microsoft, el 96 % de un grupo de empresas colombianas que hicieron parte del sondeo admitió haber desarrollado nuevas tecnologías en su organización con el objetivo de satisfacer necesidades específicas en el ambiente productivo.
“En ese sentido, la educación en esta época debería ser un proceso continuo en ambientes discontinuos o en múltiples ambientes. La ubicuidad, como principio, permite que el proceso de aprendizaje se desarrolle con la participación de actores ubicados en diferentes lugares y con una comunicación que puede darse en diferentes momentos o en tiempo real. De esta forma, la distancia o ubicación geográfica deja de ser un obstáculo para participar en un proceso formativo y son los estudiantes quienes pueden elegir la mediación de acuerdo a sus necesidades, intereses y motivaciones”, dijo Diego Mazo, rector de la CEIPA Institución Universitaria.
El directivo universitario destaca la importancia de tener una comprensión sobre las características de esta metodología:
1. Impulsar el autoaprendizaje, pues los alumnos debe centrar su proceso académico en la interactividad con las herramientas disponibles en ambientes como las plataformas digitales para que estos espacios cumplan un rol protagónico en su proceso de aprendizaje.
2. La opción del aprendizaje colaborativo y la co-creación, pues sirve como una guía del docente a sus alumnos para que puedan tener encuentros sincrónicos como charlas magistrales, asesorías, debates en tiempo real, talles, y mucho ostro espacio, para así influenciar el desarrollo de un trabajo grupal desde diferentes perspectivas.
También hay que tener en cuenta que la ruta de enseñanza de los maestros es única, pues está centrada en los propósitos de aprendizaje (competencias) y en la metodología de educación teórica-práctica, pero compuesta a su vez por una variedad de alternativas de mediación en la comunicación y la comprensión.
“Con este modelo no buscamos personas que únicamente vengan a estudiar. Nuestro propósito es formar estudiantes con capacidades de emprender, de aplicar los nuevos modelos de aprendizaje en su vida, pero sobre todo, que contribuyan a la transformación de la educación en el país y en el mundo, y que le apuesten a su crecimiento personal y profesional”, agregó Mazo.
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