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Reforma, ley de gratuidad y otros desafíos del sistema educativo colombiano en 2024

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Los resultados de las pruebas Pisa del 2023 pusieron en evidencia los crecientes desafíos que enfrenta el sistema educativo colombiano. De acuerdo con el informe publicado por la Ocde, el país se situó en el puesto 58 de 81 naciones evaluadas. La necesidad de mejorar la comprensión lectora, las habilidades matemáticas y científicas, así como fortalecer la capacidad de análisis crítico, reflejan la urgencia de reformas estructurales en el sistema académico y de implementar estrategias pedagógicas más efectivas.

 

En pleno inicio del 2024, año en el que se espera se apruebe la reforma a la educación y se implemente la política de la gratuidad a la educación superior, diferentes expertos señalan la necesidad de abordar los principales retos que enfrenta el sistema educativo nacional. Diego Mazo, rector de la Institución Ceipa, resalta que la brecha persistente en los niveles de cobertura y rendimiento entre regiones urbanas y rurales refleja desigualdades estructurales en el acceso a la educación de calidad.

“El sistema educativo colombiano afronta desafíos multifacéticos que abarcan desde la equidad en el acceso hasta la calidad de la enseñanza. La falta de financiamiento, la necesidad de adaptarse a las tecnologías emergentes y la urgencia de actualizar los currículos a las demandas del mundo actual son algunas de las principales preocupaciones. Abordar esto requiere un enfoque integral que involucre al Gobierno, las instituciones educativas y la sociedad en su conjunto, con el objetivo de construir un sistema académico que sea inclusivo, innovador y capaz de preparar a los jóvenes para las necesidades actuales y futuras de la sociedad”, puntualiza Mazo.

A medida que nos adentramos en el 2024, es crucial analizar estos desafíos y trazar un camino hacia una transformación educativa significativa. Por lo que de acuerdo con el experto, estos son los principales retos que enfrentará el sistema académico colombiano este año:

1. Cobertura y Ley de Gratuidad:

A pesar de los avances en los últimos años, el acceso a la educación sigue siendo desigual. Las brechas económicas y geográficas persisten, con zonas rurales y comunidades marginadas enfrentando grandes dificultades para acceder a oportunidades educativas. Por lo cual, el desafío radica en desarrollar políticas y programas que garanticen un acceso equitativo, fomentando la diversidad y la inclusión.

“Si bien este año iniciará la Política ‘Universidad en tu Territorio’ que busca garantizar la gratuidad de la educación superior pública, esta es insuficiente para atender el número total de jóvenes que aplican a las universidades. Si analizamos los datos del SNIES, las IES públicas sólo reciben el 48% de los estudiantes que se inscriben, mientras que las privadas el 86%. Lo que evidencia que las universidades públicas no tienen la capacidad que se demanda y, aunque la política firmada busca crear 500.000 cupos en estas instituciones, anualmente se quedan sin acceso al sistema educativo ese mismo número de estudiantes. Por lo que es necesario desarrollar otras estrategias permitan ampliar la cobertura, más allá de la financiación”, afirma Mazo.

2. Tecnología y educación inmersiva

La integración efectiva de la tecnología en la enseñanza y el aprendizaje es un desafío crítico en Colombia. De acuerdo con el experto en educación, Diego Mazo, esto implica la capacitación de profesores en el uso de herramientas digitales, el desarrollo de una infraestructura tecnológica adecuada y la adaptación de los métodos de enseñanza a la era digital.

Por ejemplo, la educación inmersiva puede impulsar el aprendizaje de los alumnos, al sumergirlos en experiencias prácticas para facilitar una comprensión de los temas. “Uno de los principales retos es implementar tecnologías de realidad virtual y aumentada en las aulas para crear entornos virtuales donde los estudiantes puedan explorar conceptos de manera interactiva. Podrían visitar lugares históricos, explorar ecosistemas o participar en experimentos científicos virtuales. Esto ayudaría a que los futuros profesionales salgan mejor preparados en sus áreas”, agrega Mazo.

3. Calidad y pertinencia de la educación

Tras el descenso en los resultados de Colombia en las pruebas PISA, se evidencia la necesidad de revisar y actualizar los planes de estudio, incorporando metodologías pedagógicas innovadoras, que incentiven el desarrollo de un pensamiento crítico, con un enfoque interdisciplinario y con programas académicos pertinentes para las demandas del mundo actual y futuro.

4. Financiamiento y uso adecuado de los recursos

Si bien el presupuesto de la educación en los últimos tres años ha sido el más alto en la historia del país, el rendimiento académico de los estudiantes continúa bajando. Por lo que de acuerdo con Mazo, se debe seguir trabajando en el financiamiento del sistema educativo para incrementar la cobertura, garantizando que los recursos se destinen en infraestructura, tecnología, formación de docentes y al desarrollo de programas académicos de vanguardia.

“A medida que se acerca el 2024, es crucial abordar estos desafíos de manera integral. La construcción de un sistema educativo inclusivo, innovador y preparado para las demandas actuales y futuras requiere acciones inmediatas y sostenidas. En este sentido, la reforma planeada para el próximo año se presenta como una oportunidad trascendental si se replantea bajo las necesidades reales que afronta la educación en Colombia”, agrega Mazo.

 

Artículo tomado de Portafolio.

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