Artículo por Paula Grajales
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Las organizaciones saludables permiten identificar una estrategia humanizadora como principal promotor de los resultados esperados en materia económica, partiendo de la vivencia de la promesa de valor que define a nivel estratégico la organización. La conexión y la inspiración humana se convierte en una alternativa de liderazgo sostenible, que integra los beneficios económicos, promoviendo el sentido ambiental y social.
El estudio de la psicología del trabajo ha contribuido a comprender las diferentes variables que intervienen e impactan en el comportamiento humano en el contexto laboral. No obstante, concebir una idea de organización saludable que enfoque su estrategia en el bienestar de la comunidad que la integra, es mucho más sencillo que verla implementada en un modelo de negocio real. Bajo este contexto, resulta de gran importancia conocer, analizar y comprender los posibles casos de éxito que a nivel organizacional puedan existir en el camino de conexión entre la generación de rentabilidad y el sentido de lo humano.
A continuación, se presentan algunos de los asuntos clave para contribuir al crecimiento sostenible de la organización desde el enfoque humano:
- Viviendo la misión y la promesa de valor: la definición de la misión de la organización, y en general, la planeación estratégica se convierte, en ocasiones, en uno de los requisitos necesarios para cumplir con los requerimientos que, en general, todas las organizaciones deben hacer, de acuerdo con la teoría administrativa; sin embargo, lograr la coherencia entre el discurso organizacional y las practicas reales, no es tarea fácil. Es muy probable poder encontrar discursos que permiten legitimar organizaciones sostenibles y saludables pero que no guardan coherencia con las experiencias que viven los sujetos en la interacción con la empresa.
De esta manera, la principal variable que puede contribuir al éxito de las organizaciones es la forma como se vive la misión y la promesa de valor. Inspirar el espíritu humano, a través del cuidado de las personas que, de cualquier manera, se ven impactadas por la compañía; el cuidado y pasión por el producto que será entregado al cliente; y del cliente en sí mismo, se convierte en el factor diferencial de la cultura.
- Liderando desde lo humano: los líderes son, finalmente, quienes traducen y materializan los objetivos estratégicos, en objetivos tácticos y operativos y, más allá de esto, permiten su puesta en marcha y su desarrollo, a través de las prácticas organizacionales. Un liderazgo que no responda a lo planteado en el discurso formal imposibilitaría la experiencia de Inspirar lo Humano. Resulta indispensable que el líder esté alineado la intencionalidad organizacional y encamine su labor en la contribución de la preservación y/cuidado de lo humano desde su propia humanidad. Esto resulta ser una labor aún más compleja, porque no permite una simple aproximación, sino una vivencia genuina.
- Apasionándose por el producto: más allá del valor económico del producto, resulta relevante su valor emocional, de tal manera que tanto los empleados como la comunidad en general de apasione por la marca y los productos y/o servicios ofrecidos.
- Ofreciendo experiencias y conectando con la emoción: el énfasis en la pasión ha contribuido a que las actividades tradicionales que hace parte de la cadena de valor de las organizaciones tradicionales se conviertan en momentos que permitan llevar a cabo la labor desde experiencias que conectan desde lo humano, con las emociones de los sujetos que intervienen en el proceso. Las estrategias para el reclutamiento, la selección, la capacitación, la definición de las competencias y funciones del cargo, la producción, las ventas y el relacionamiento con el cliente, las estrategias de mercadeo, entre otras, están direccionadas a promover experiencias sensoriales que generen, en gran medida, pasión, conexión y credibilidad por la marca.
