Reflexión #2 de nuestro Rector,
Diego Mauricio Mazo Cuervo Ed.D.
Mientras en la educación superior vivimos una contracción de la matrícula educativa, el COVID nos ha dejado un gap de aprendizaje grande, el sector de las EdTech crece al 16.3% anual y busca hackear la educación.
En la semana del 17 al 19 de abril tuve la oportunidad de participar en el evento de ASU+GSV Summit “Imaginar una nueva era donde todo el mundo tenga acceso al futuro por igual”, en San Diego California. El encuentro convocó cerca de 7.500 líderes educativos y más de 900 compañías altamente innovadoras EdTech.
Fue una oportunidad única para escuchar algunas de las mentes más brillantes de la industria de la tecnología de información y comunicaciones (TIC), así como a líderes del sector educativo, (tales como Michael Moe, Sam Altman, Bari Weiss, Bill Gates, Sheryl Sanderg, Erik Pulier, Sal Khan, Dan Rosenweig, Michael Crow, Pradee Khosla, entre otros). Todos ellos compartiendo sus ideas para transformar la educación, para atender mejor las necesidades de los estudiantes, los educadores y la sociedad. Desde discusiones sobre el papel de la tecnología en la educación, hasta la importancia de la equidad y el acceso, el evento de este año ciertamente nos ha dado mucho en qué pensar mientras miramos hacia el futuro.
Una de las conclusiones clave del evento fue la importancia de la innovación en la educación. Escuchamos a varias empresas y organizaciones que utilizan tecnologías de vanguardia como inteligencia artificial, realidad virtual y gamificación para crear experiencias de aprendizaje atractivas y convincentes. Otro tema importante que surgió del evento fue la necesidad de una mayor equidad y acceso a la educación. Escuchamos a educadores y defensores que trabajan incansablemente para garantizar que todos los estudiantes, independiente de sus antecedentes o circunstancias, tengan acceso a una educación de alta calidad.
Desde iniciativas destinadas a cerrar la brecha digital, hasta esfuerzos para aumentar la diversidad y la inclusión en las aulas, está claro que hay un creciente reconocimiento de la importancia de crear un sistema educativo más equitativo.
En general, el evento ASU + GSV 2023 fue un poderoso recordatorio del potencial de la educación para transformar vidas y crear un futuro mejor para todos nosotros. Sin lugar a dudas, el track de Inteligencia artificial (IA) fue uno de los más contundentes. Lo que antes era una idea de futuro de lo que podría pasar con la IA aplicada a la educación, hoy es una realidad. Hoy un profesor sin necesidad de conocimientos de lenguajes de programación puede entrenar un Chatbot para que sea su asistente y responda dudas a los estudiantes brindándoles asesoría las 24 horas.
Hoy las Instituciones educativas encuentran en el mercado un conjunto de aplicaciones entre las que se destacan los sistemas de supervisión de exámenes, traductores en tiempo real, sistemas de transcripción de voz a texto o viceversa, la creación de documentos de estudio a partir de un video, la producción de un video a partir de un texto o la elaboración de materiales educativos para un curso en cuestión de segundos. También algunas aplicaciones más sofisticadas que permiten el mapeo de competencias y elaboración de rutas de aprendizaje. No cabe la mínima duda que muy pronto estas aplicaciones estarán en las aulas de clases y la labor docente será completamente diferente.
La firma Holoniq especialista de la industria EdTech, presentó su estudio sobre la evolución del sector, que ha crecido en un 16,3 % y se ha multiplicado 2,5 veces entre 2019 y 2025, alcanzando los 404.000 millones de dólares en gastos globales totales.
Los fondos de capital de riesgo (Venture Capital) realizaron inversiones en 2020 por 16.100 millones, en 2021 por 20.000 millones y en 2022 por 10.600 millones en diferentes startup. Ahora bien, el gasto digital y en tecnología educativa solo representará el 5,5 % del mercado educativo mundial, que se estima en 7,3 billones de dólares para 2025.
Estamos viendo el crecimiento de la industria EdTech cuyo propósito es hackear el sistema educativo, y que rápidamente va ganando participación. Una industria apalancada en el desarrollo de las TIC, la inteligencia artificial, que no tiene las restricciones de la regulación estatal, centrada en resolver problemas y ofrecer soluciones que las instituciones educativas no están abordando.
Al ver el avance de esta industria, el clamor de los estudiantes y el de la sociedad, me nace la duda si en las universidades nos estamos haciendo las preguntas correctas o estamos discutiendo viejos paradigmas que no nos dejan avanzar y ver el futuro.